La comida rápida sigue extendiéndose alrededor del mundo como plaga, incluso en la milenaria China que tanto cuidado a tenido a lo largo de milenios por la alimentación, el ejercicio, el cuidado de la mente… ahora empezamos a ver a un grupo selecto de gordos chinos pudientes que consumen ‘nombres’ en el campo del diseño arquitectónico, que se ‘cargan’ su milenaria filosofía vital en pos ‘de la modernidad capitalista’
Hace años
ya que nuestro oficio está en crisis, lo hemos metido en esta vorágine de
consumir por consumir, de edificar por edificar, de vender urbanismo de
kilómetros y kilómetros de plazas duras sin árboles, sin sombrita, sin gente…
España está inmersa en un desempleo brutal de los arquitectos que emigran rumbo
a Latinoamérica, África… inhóspitos y exóticos lugares a los que antes íbamos
solo de vacaciones y a disfrutar de sus paradisiacas playas y su exótica
comida.
BIBLIOTECA
INFANTIL DE OAXACA. Es de una calidez, una poética y un rigor arquitectónico
extraordinarios. Arquitecto Juan José Santibañez. Oaxaca, México. Propiedad de
Humberto González Ortiz.
Hoy
debemos hacer mensajes rápidos, de solo unos cuantos caracteres en twitter, de
respuestas inmediatas en facebook, queremos ser guapos untándonos cremas,
rasurándonos con maquinillas que utilizan futbolistas, pilotos de F1 o
golfistas adulterados. Ese tiempo de sentarnos a reflexionar (¡reflexionar, que
palabra!), mirar a nuestro alrededor y con calma y tiempo retomar lo verdaderamente
importante afecta no solo a la arquitectura de cartón piedra que se construye
hoy en día, y que Frank Ghery o Zaha Hadid tan bien han ayudado a implantar,
todo en este mundo moderno suena a falso, a mentira, a media verdad repetida
hasta la saciedad.
Aquella
arquitectura (y aquellos arquitectos) que prometieron la modernidad se han
acabado, hablar de esto en foros de debate es casi de risa, hoy debemos
resolver el problema de ‘los arquitectos’, su desempleo… pero, ¿qué aporta la
arquitectura de hoy ante la problemática de una población empobrecida a nivel
global?
Tenemos
los mejores programas de diseño, tenemos ordenadores capaces de hacer un
‘mega-render’ en minutos, podemos ‘googlear’ a los famosillos y enterarnos de
cómo hacen y publicitan en la red global de internet... Sin embargo, me sigue
pareciendo que nos olvidamos de lo importante, del detalle, de la maqueta de
trabajo, del croquis a lápiz 2B, de los plumones, de visitar el terreno, de
preguntar a la gente… ¿Le gusta el edificio que le propongo?... ¿Le gusta la
ciudad que pienso?... ¿Le agrada el urbanismo que le propongo?
Los
críticos parece, hasta hace nada, solo debíamos ‘resaltar’ lo hermosas, bellas
y preciosas que eran las propuestas comercializadas en medio mundo por Toyo
Ito, Rodgers, Ghery, Koolhas, Calatrava (que mirenlo como acabo el hombre),
Hadid o Meier… más alguno que otro(a) resultón que vendiera ‘su escultura’… Y
así nos va hasta ahora.
No había
crítica que dijera, miren aquí también hay un Claudio Caveri que hace arquitectura
‘con la gente’, allá esta Solano Benítez repensando estructuras imposibles con
ladrillos, Marina Weisman desde Argentina nos señala que loa critica es también
pensar, distanciarse y volver a proponer cosas innovadoras, diferentes
APROPIADAS
La Arquitectura
de hoy en día, la comercial, la que trasciende en Revistas 'cool' está rota,
resquebrajada, en crisis…
Porque la
gente está necesitada de nuevas propuestas, innovadoras, realistas, acordes con
nuestros presupuestos, con la ecología de nuestro planeta finito… Ya no
necesitamos arquitectos(as) que vistan de Prada y salgan haciendo poses de
novelistas en revistas "caras y excluyentes" de arquitectura…
Pasemos
de la Arquitectura "a velocidad de twitter" a una Arquitectura
Apropiada (¿Slow architecture?) que se piense, se proyecte y se construya desde
la Responsabilidad Social
Pero como
siempre esta solo es la opinión de quien escribe…
Investigación
y Difusión
Dr.
Humberto González Ortiz©